domingo, 9 de marzo de 2014

Noche mágica

La conocí a través de un perfil de una página gratuita de contactos, y nos dimos nuestros teléfonos, así comenzaba nuestra historia. Después de algo mas de cuatro meses chateando vía whatsap con conversaciones largas, intensas, alegres, tristes y con algunas llamadas de por medio por fin llegó el día de nuestra primera cita, me sentía como Sergio Dalma y su canción "Galilea", así quedamos el 1 de Marzo de 2014 a las siete de la tarde en la estación de tren.



Nervios a flor de piel antes de llegar y en la espera, recibí un mensaje de whatsap de parte de ella diciéndome que tardaría 10 minutos mas, al final fueron algunos mas, así llegó a las siete y veinte, y al verla por fin mi sueño se había echo realidad, conocer a la chica con la que tanto había hablado y compartido por mensajes, deseos, aficiones, alegrías y tristezas...
Por fin estábamos cara a cara, el uno en frente del otro y nos saludamos con 2 besos, y dijimos de ir a un centro comercial al que se llega con el tren que para en la misma estación donde nos encontrábamos, así entramos en la estación y bajamos al andén para esperar al tren, los nervios iban bajando poco a poco, y comenzamos a hablar de cualquier cosa hasta que llegó el tren, y una vez dentro también, así sin poder dejar de mirarla, es muy guapa, a veces no sabía que decir, pero incluso así se me hizo corto el trayecto de unos 15 minutos hasta llegar al Centro comercial.
Una vez allí decidimos tomar algo en algún bar o cafetería de los que allí hay, así acabamos en "El Café di Roma", como veníamos de la calle y hacía algo de frío yo pedí un batido de chocolate caliente y ella un café, y nos pusimos a hablar de su trabajo, del mío, de sus cosas y las mías... ¡así durante 2 horas! se me pasó el tiempo volando, yo hablaba y ella también, no podía parar de mirarla, y su sonrisa me cautivaba.
Ya eran casi las diez de la noche y salimos a la calle a dar un pequeño paseo, y decidimos ir a cenar al tan conocido Mc Donalds, que se encontraba cerca de la estación de tren donde habíamos quedado tres horas antes, así que cogimos el tren y volvimos al punto de partida. Una vez allí ella me dijo que si me parecía bien podíamos ir a cenar a su casa en vez de a un Mc Donalds, así que asentí y fuimos a su casa, pedimos unas pizzas y nos pusimos a cenar, como no seguíamos hablando sin parar.
Una vez terminamos de cenar nos sentamos en el sofá y al cabo de un rato de charlar y ver la tele a ratos se acurrucó a mi, me cogió mi mano, entonces yo también se la cogí, un escalofrío recorrió mi cuerpo, me empezaba a inundar una sensación que hacía años que no sentía, entonces nos miramos, se acercó mas a mi cara y ¡nos besamos! y así estuvimos un buen rato sin dejar de hacerlo, abrazados y besándonos, la sensación que recorría mi cuerpo era cada vez mas bonita, sentí pasión, sentí amor, sentí que no quería que eso terminase.
En un "descanso" abrí una bolsa que llevaba durante toda la tarde, y que no me había atrevido antes a abrirla y darle lo que había en su interior, eran unas flores de chocolate, le encantaron.
Nos volvimos a abrazar y besar hasta que nos dimos cuenta de que eran las dos de la madrugada, entonces me preguntó si quería quedarme a dormir, yo dudé un poco, no porque no quisiera, pero hacía tanto tiempo que no tenía una primera cita que no sabía muy bien que decir, al final le dije que si, así al cabo de unos minutos nos acostamos, y en la cama nos abrazamos de nuevo y nos besamos cada vez mas, y ya no solo en la boca, la pasión cada vez se adueñaba mas y mas de nosotros, hasta que comenzamos a hacer el amor, y así estuvimos hasta cerca de las cinco de la madrugada.
Nos dormimos abrazados y besándonos. Recuerdo despertarme sobre las ocho y media de la mañana del Domingo y verla dormida a mi lado, tan guapa como cuando está despierta, la abracé y besé por la espalda deseando que el tiempo se detuviese y no parar de vivir todos esos momentos.
Así me volví a dormir y nos despertamos a eso de las diez de la mañana, ella se tenía que ir a casa de sus padres y yo a la mía, nos despedimos de nuevo besándonos y abrazándonos, le dije;
- Espero que no tengan que pasar cuatro meses mas para que nos volvamos a ver, y ella me respondió;
- No tranquilo, ahora todo es distinto
Así me fui a casa, no me creía que todo esto hubiese pasado, un sueño echo realidad, mientras caminaba por la calle me sentía feliz, el hombre mas feliz del mundo, creí que algo había cambiado entre ella y yo, que era el principio de algo bonito entre ambos.
¿Debí decirle "te quiero" esa noche?